Madrid, 24 ene (EFE).- Cocineros españoles con restaurantes en el extranjero se han mostrado partidarios de difundir la gastronomía de nuestro país más allá de las croquetas o la tortilla de patatas en una mesa redonda celebrada en Madrid Fusión bajo el auspicio del ICEX y su sello Restaurants from Spain.

«Hay mucho más que las tapas y la tortilla. Hay guisos o potajes», señalaba Martí Carlos Martínez, del restaurante Gaig (Singapur), en este encuentro en el que han participado los también cocineros Nacho Manzano, con restaurantes en Gran Bretaña; Danny Lledó, del Xiquet de Washington, y la directora general de Internacionalización de la Empresa del ICEX, Elisa Carbonell.

Este organismo lanzó el sello Restaurants from Spain para «identificar» a los locales que defienden la gastronomía española y son productos nacionales. Lo tienen 265 casas de 34 países por todo el mundo, aunque con alguna laguna en América.
Los cocineros critican que encuentran obstáculos a la hora de defender la cocina española fuera de nuestras fronteras: «Mi cordero lechal es del Pirineo, pero me lo tienen que matar en Francia y me lo mandan desde allí porque de España no se puede», ha dicho Martínez.
La clientela de Gaig es «gente viajada» que «conocen Madrid, Barcelona y la meca que es San Sebastián porque el poder adquisitivo de Singapur es alto», ha indicado.
«La gastronomía española en Estados Unidos está bien marcada y estamos intentando crear una nueva experiencia para el público de alta gama. Son exigentes», ha apuntado a su vez Danny Lledó, quien ha logrado llevar gambas de Denia a su restaurante pero ha reconocido que sus platos son «españoles pero con técnicas americanas».
Nacho Manzano lleva quince años con sus restaurantes Ibérica en Gran Bretaña y ha visto una «explosión gastronómica en la ciudad», aunque no ha conseguido aceptación para algunas de sus propuestas, como las cocochas para compartir.
También ha expuesto que en Londres «todo se ha complicado por el brexit, hay más tasas y eso lo dificulta todo. Además se han marchado un millón de personas del sector servicios y los ingleses no son camareros».